¿Qué son los Derivados de Crédito?
¡Hola a todos! En este artículo vamos a hablar de los diferentes tipos de derivados de crédito que existen y cuáles son sus funciones. Los derivados de crédito son un tipo de instrumentos financieros creados para ayudar a los inversionistas a asegurar sus inversiones. Estos instrumentos le permiten al inversionista transferir el riesgo de inversión a otra parte. Esto significa que el inversionista recibirá un pago si el activo financiero se deteriora. Los derivados de crédito ofrecen muchos beneficios, pero también conllevan un grado de riesgo. A lo largo de este artículo discutiremos los diferentes tipos de derivados de crédito y cómo funcionan. ¡Así que sigue leyendo para enterarte de todo!
¿Qué son los derivados de crédito?
Los derivados de crédito son instrumentos financieros cuyo valor se basa en un activo subyacente, como una acción, una divisa, un índice de bolsa, etc. Estos derivados se han creado para ofrecer una forma de diversificar riesgos y aprovechar oportunidades en los mercados financieros.
Los derivados de crédito pueden ser utilizados para obtener una exposición al precio de un activo subyacente sin necesidad de comprar el activo en sí. Esto se logra gracias a la especulación, que es el hecho de predecir el movimiento de los precios de los activos subyacentes para obtener una ganancia.
Los derivados de crédito están disponibles en una variedad de formas, incluyendo opciones, futuros, swaps y contratos a plazo. Algunos derivados están respaldados por un intermediario financiero, como un banco, una aseguradora o una empresa de inversión, mientras que otros son negociados en un mercado o entre dos partes.
Los derivados de crédito son uno de los instrumentos financieros más populares para inversores profesionales, ya que ofrecen la oportunidad de aprovechar los cambios en los precios de los activos subyacentes de forma eficiente. Estos instrumentos también pueden ser utilizados para cubrir el riesgo de los inversores, ya que permiten obtener exposición a los mercados financieros sin tener que mantener una posición en el activo subyacente.
Ventajas y desventajas de los derivados de crédito
Ventajas: Los derivados de crédito ofrecen a los inversores la oportunidad de aumentar los retornos, protegerse contra el riesgo de crédito y diversificar su cartera. Estos productos financieros ofrecen una cobertura más eficiente para los inversores con un menor costo de capital. Esta protección se ofrece a un precio mucho más bajo que el de la compra de un seguro de crédito equivalente.
Desventajas: El uso de derivados de crédito también conlleva algunos riesgos. Por ejemplo, el uso de estos productos financieros puede aumentar el nivel de apalancamiento de una cartera y aumentar el riesgo de crédito de una inversión en caso de que ocurra un impago. Si el inversor no entiende cómo funcionan estos productos financieros, puede sufrir grandes pérdidas. Además, los derivados de crédito también son productos complejos y, como tal, pueden ser difíciles de entender.
Riesgo de los derivados de crédito
Los derivados de crédito son productos financieros complejos y con alto riesgo. Esto se debe a que estos productos tienen una relación directa con el crédito y, por lo tanto, son afectados por la incertidumbre crediticia. Esto hace que los inversores sean más susceptibles a pérdidas, ya que el valor de los derivados puede disminuir significativamente si el emisor del crédito no cumple sus obligaciones de pago. Además, los derivados de crédito tienen precios volátiles que pueden cambiar rápidamente. Por lo tanto, los inversores deben ser conscientes de los riesgos y estar preparados para asumir pérdidas financieras si el precio se mueve en contra de sus inversiones.
Los riesgos de los derivados de crédito se pueden clasificar en dos categorías principales: el riesgo de crédito y el riesgo de mercado. El riesgo de crédito se refiere a la incapacidad del emisor de cumplir con sus obligaciones de pago. Esto puede resultar en pérdidas significativas para los inversores. El riesgo de mercado se refiere a la volatilidad del precio de los derivados, lo que significa que los inversores pueden experimentar grandes pérdidas si el precio se mueve en contra de sus inversiones. Por lo tanto, los inversores deben ser conscientes de los riesgos y estar preparados para asumir pérdidas financieras si el precio se mueve en contra de sus inversiones.
Es importante destacar que los derivados de crédito tienen un alto grado de riesgo, por lo que debe ser asumido por los inversores. Por lo tanto, los inversores deben tener una comprensión clara de los riesgos y estar preparados para asumirlos. Si los inversores no están dispuestos a asumir el riesgo, entonces es mejor evitar los derivados de crédito.
Estrategias de inversión en derivados de crédito
Un derivado de crédito es un instrumento financiero cuyo valor está vinculado directamente a un activo subyacente, como un índice de crédito, una divisa extranjera, una tasa de interés, una acción, una materia prima, etc. Estos derivados ofrecen a los inversores la posibilidad de aprovechar y diversificar sus estrategias de inversión con el fin de generar mayores rendimientos.
Las estrategias de inversión en derivados de crédito incluyen operaciones de cobertura, especulación, arbitraje, inversión a largo plazo, trading a corto plazo y otros. Las estrategias de cobertura se utilizan para limitar la exposición de los inversores a los riesgos de cambio y de crédito, asegurando que el rendimiento de los activos subyacentes sea limitado. El especulador, por otro lado, se enfoca en la compra y venta de derivados con el fin de obtener beneficios a corto plazo. El arbitraje se refiere a la compra y venta simultánea de dos activos financieros con la intención de obtener un beneficio. La inversión a largo plazo se refiere a la compra de un derivado de crédito con la intención de mantenerlo durante un largo período de tiempo, permitiendo así obtener una mayor rentabilidad.
Los traders a corto plazo se enfocan en la compra y venta de derivados de crédito con el objetivo de obtener beneficios en un período de tiempo más limitado. Estas estrategias implican un mayor riesgo, pero también la posibilidad de obtener mayores beneficios. Finalmente, hay otros tipos de estrategias de inversión en derivados de crédito, como la construcción de carteras, la inversión en productos estructurados, la inversión en índices de crédito y la negociación de derivados para fines específicos.
Tipos de derivados de crédito
Los derivados de crédito son instrumentos financieros que permiten a los inversores transferir el riesgo de crédito a otros inversores. Estos productos se pueden clasificar en dos grandes grupos: deudas y créditos.
Las deudas incluyen instrumentos como bonos corporativos, bonos del Estado y bonos basados en el crédito. Estos productos se emiten con un vencimiento definido y los inversores reciben un pago de intereses según el acuerdo establecido.
Los créditos son instrumentos financieros que se basan en la calificación de crédito de una empresa o entidad. Los inversores que compran créditos reciben un pago si el emisor del título cumple con los términos establecidos. Algunos de los productos más comunes en esta categoría son los bonos convertibles, los títulos de deuda subordinada y los swaps de crédito.
Los derivados de crédito pueden ser una excelente forma de diversificar un portafolio, ya que permiten a los inversores obtener exposición al mercado de crédito sin tener que invertir directamente en una empresa o entidad específica. Estos productos también ofrecen una forma de protegerse contra los riesgos de crédito, lo que les permite ganar exposición al mercado sin asumir todo el riesgo.
CDS (Credit Default Swap)
Los CDS (Credit Default Swap) son un tipo de derivado de crédito que se emplea para proteger una inversión o para aprovechar la oportunidad de un default. Estos swaps son contratos entre dos partes en los que una parte compra protección frente a un default, mientras que la otra parte recibe una prima a cambio de esa protección. Por lo tanto, la parte que recibe la prima está comprando el riesgo de default. La parte que compra la protección, recibe un pago si se produce el default.
Los CDS se contratan generalmente sobre bonos corporativos, y suelen ser muy líquidos. Esto significa que hay mucha oferta y demanda, y los precios pueden ajustarse rápidamente. Además, los CDS ofrecen una gran flexibilidad a los inversores para diversificar su cartera de inversiones, ya que se pueden contratar para protegerse frente a una amplia variedad de bonos.
Los CDS también se pueden usar como un medio para especular sobre la solvencia de una compañía. En este caso, un inversor puede comprar un CDS con el fin de apostar a que el precio de la compañía caerá. Si el precio de la compañía cae, el inversor ganará dinero al vender el CDS a un precio superior al que pagó inicialmente.
CDO (Collateralised Debt Obligation)
Los CDO (Collateralised Debt Obligation) son uno de los principales tipos de derivados de crédito. Estos derivados se crean al vincular una cartera de activos de deuda con una serie de tranches de deuda que se distribuyen a los inversores. Los activos de la cartera pueden variar desde bonos a préstamos hipotecarios. Una vez emitidos, la cartera de activos de deuda se mantiene con una entidad de custodia. La entidad de custodia también se encarga de distribuir los flujos de efectivo generados por los activos de la cartera a los inversores. Esta estructura permite a los inversores diversificar su exposición al riesgo de crédito, así como obtener rendimientos más altos. Sin embargo, hay un riesgo significativo de que el valor de los activos de la cartera caiga drásticamente si hay una gran cantidad de incumplimientos de deudas.
CMO (Collateralised Mortgage Obligation)
Los CMO son uno de los tipos más comunes de derivados de crédito. Estos instrumentos se crean a partir de una cartera de préstamos hipotecarios y permiten a los inversores gestionar el riesgo de crédito y la duración de los préstamos hipotecarios. Los CMO se estructuran de tal forma que el flujo de efectivo de los pagos de intereses y amortización se distribuye entre los compradores de los títulos.
Los CMO se dividen en tranches, cada una con diferentes niveles de riesgo y flujos de efectivo. Las tranches con un grado de riesgo más alto se denominan tranches de primera línea y generalmente tienen un flujo de efectivo más alto, mientras que las tranches con un grado de riesgo más bajo se denominan tranches de segunda línea y generalmente tienen un flujo de efectivo más bajo. Las tranches de segunda línea generalmente son más seguras que las de primera línea, ya que se protegen mejor contra los riesgos de impago.
Algunos CMO también cuentan con una tranche de protección, que ofrece una mayor protección frente a los impagos. Los inversores que compran esta tranche reciben un flujo de efectivo más bajo, pero también reciben un mayor grado de seguridad. Esta tranche se utiliza para compensar a los inversores de la primera línea en caso de impago.
CLO (Collateralised Loan Obligation)
Los CLO (Collateralised Loan Obligation) son un producto financiero que se creó para permitir a los inversores obtener rendimientos de los préstamos a empresas. Estos derivados de crédito son estructuras de deuda asimétricas donde los inversores adquieren una participación en una cartera de préstamos a empresas.
Los CLO se dividen en tranches que se componen de bonos de distintos niveles de riesgo. La mayor parte del riesgo recae en los bonos de tranche inferior (equity) mientras que los bonos de tranche superior (senior) tienen un menor riesgo. El riesgo de los bonos de tranche intermedia es intermedio entre el de los bonos de tranche superior y los de tranche inferior.
Los CLO se financian mediante la emisión de bonos, los cuales se distribuyen entre los inversores. Estos bonos se pagan con el flujo de caja generado por el préstamo a empresas, lo cual hace que los CLO sean relativamente seguros para los inversores. Sin embargo, debido al alto grado de apalancamiento, los inversores también pueden perder su inversión en caso de que los prestatarios de los préstamos no cumplan con los pagos.
Conclusiones
Conclusiones. Los derivados de crédito son instrumentos financieros versátiles que pueden ser utilizados para diversos propósitos. Los bancos, las empresas y los inversores los usan para cubrir el riesgo de crédito, para reducir el costo de financiación y para aprovechar las oportunidades de arbitraje. Los productos de derivados de crédito tienen una variedad de características, desde la protección de la exposición al riesgo de crédito a la especulación. Estos productos pueden ser adecuados para los inversores que buscan diversificar sus carteras o aprovechar oportunidades de mercado específicas.
¡Esperamos que hayas encontrado útil esta información sobre los diferentes tipos de derivados de crédito! Si tienes alguna duda o comentario, ¡no dudes en dejarlo a continuación! ¡Nos encantaría saber tus pensamientos! ¡Hasta pronto!